
La unidad deportiva Agustín Flores Contreras, ubicada sobre el boulevard Francisco Medina Ascencio, en la zona hotelera de Puerto Vallarta, lleva el nombre de un empresario benefactor en el ámbito deportivo, educación y social que se asentó en el municipio en 1910.
Flores Contreras, aportó para que se construyera la barda perimetral y las primeras graderías, de lo que hoy llamamos "estadio" y que después llevaría su nombre.

De acuerdo con datos proporcionados por el cronista de la ciudad, Juan Manuel Gómez Encarnación, nació en 1888 en Tepic, Nayarit y llegó a la región en 1910, tenía su vivienda frente a la plaza de armas, en el centro de Puerto Vallarta, lo que es ahora la presidencia municipal.
Fue un comerciante próspero, el Cronista narra, que pudo haber sido sin duda el primer millonario en la región entre 1910 y 1920, con su Compañía Mercantil de Vallarta S. A. que distribuía productos varios entre ellos abarrotes que abarcaba, Cabo Corrientes y Bahía de Banderas.

"Fue un comerciante muy próspero en la primera mitad del siglo XX, logró amasar gran fortuna con la actividad del comercio, fue quizás el primer millonario que existió en Puerto Vallarta".
A este célebre personaje se le atribuye que mediante su fortuna se construyeran 17 planteles educativos en la región, entre los que destacan la primera escuela secundaria en Puerto Vallarta, llamada "ETI 49", Escuela Tecnológica Industrial, donde ahora se encuentra el CECATUR o CECATUR 63 y donde se construyó un auditorio que también lleva su nombre.

A lo anterior se suma su ayuda para la construcción de la escuela primaria 20 de Noviembre en la calle Juárez, en el centro de la ciudad, la Escuela Primaria para señoritas Teresa Bárbara Palomera, sobre la calle Matamoros e Hidalgo.

Y otra escuela que lleva su nombre también sobre la calle Matamoros, entre otras construcciones más que, gracias a su solidaridad, se pudieron hacer en beneficio de la sociedad vallartense de esa época.
Agustín Flores Contreras, murió el 11 de noviembre de 1975 en la ciudad de Guadalajara, sin embargo, sus restos fueron traídos al puerto que lo adoptó como uno de sus hijos ilustres por su gran altruismo, sobre la calle Matamoros se ha establecido su monumento para que sea recordado por las generaciones venideras.

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