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Enfermedades cardiovasculares: Un riesgo silencioso para todas las edades


Las enfermedades cardiovasculares (ECV) se han convertido en una de las principales causas de muerte en el mundo. En México, representan el 20% de los fallecimientos, afectando a millones sin importar la edad. Entre las ECV se encuentran la hipertensión, cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares.


La prevalencia e impacto de las ECV varían según la etapa de la vida. Es crucial adoptar enfoques preventivos específicos para cada grupo etario. Durante la infancia y adolescencia, el aumento de la obesidad, el sedentarismo y la mala alimentación contribuyen a la hipertensión y otros riesgos cardiovasculares tempranos.


En los adultos jóvenes, de 20 a 40 años, los cambios de estilo de vida como nuevos trabajos y formar una familia incrementan el estrés y disminuyen la actividad física. Esto, sumado al consumo de tabaco y alcohol, eleva el riesgo de ECV. La hipertensión, hiperglucemia y obesidad son comunes en este grupo.


La Dra. Elsa Arrieta Maturino señala que los jóvenes de 40 años o menos tienen probabilidades similares de sufrir un infarto que los adultos mayores. La edad adulta joven es una oportunidad clave para prevenir ECV a través de hábitos saludables. Es vital la conciencia sobre estos riesgos y la adopción de estilos de vida sanos.


Entre los 40 y 60 años, la prevalencia de las ECV aumenta significativamente. Factores como la hipertensión, diabetes y colesterol alto son comunes, agravados por el envejecimiento del sistema cardiovascular. Chequeos médicos regulares y un estilo de vida saludable son fundamentales en esta etapa.


En los adultos mayores de 60 años, las ECV son una de las principales causas de mortalidad y discapacidad. La prevención sigue siendo clave a través de actividad física adaptada, una dieta adecuada y adherencia a tratamientos médicos. La detección oportuna y el manejo de factores de riesgo mejoran la calidad de vida.


Promover hábitos saludables desde la infancia hasta la vejez es esencial para prevenir ECV. La valoración médica especializada ayuda a identificar complicaciones anticipadamente, ofreciendo tratamientos específicos y aumentando la expectativa de vida en un entorno saludable.

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