El sector restaurantero de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit tuvo un gran arranque en el 2024, lo cual se debió en gran medida a que la primera semana del año fue parte del periodo vacacional de fin de año, pero tras una baja se espera que continúe el buen momento como parte de la temporada alta de invierno, caracterizada sobre todo por el turismo internacional.
Entrevistado al respecto, Jorge Luis Carbajal Díaz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de Puerto Vallarta-Riviera Nayarit, expuso que se tienen buenas expectativas en el año que recién inicia.
“La primera semana de enero todavía fue parte del periodo vacacional de fin de año y fue la mejor semana para nosotros, entonces del 1 al 8 de enero en plenas vacaciones fue muy benéfica para nuestra industria”.
Añadió que, posteriormente, con el éxodo de los turistas nacionales, se registró una sensible baja en sus ventas en la segunda semana del año y en la tercera se empezó a recomponer.
Destacó que se han escuchado buenas noticias a través del Fideicomiso de Turismo y del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta por la cantidad de vuelos que están arribando y el incremento natural que se da en las siguientes semanas como parte de la temporada alta de invierno, lo cual espera que se refleje en forma benéfica para la industria restaurantera de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit.
PERSISTE DÉFICIT LABORAL
Puerto Vallarta sigue siendo atractivo para más inversiones en el ramo, por lo cual se han abierto nuevos restaurantes, que de acuerdo a Carbajal Díaz los empresarios piden el apoyo de la Canirac a fin de cumplir la tramitología.
“Lamentablemente también hemos tenido algunos cierres de restaurantes y otros tantos que no pueden abrir porque no pueden completar su plantilla laboral para poder arrancar, se escucha que todavía hay un déficit de trabajadores de siete mil en toda la industria turística. Muchos nos hemos tenido que adaptar y regresar a nuestras cocinas y nuestros comedores para hacer funciones que ya tenía otro personal”.
Al respecto apuntó que tras la crisis provocada por el huracán “Otis” en Acapulco se intentó traer trabajadores de ese destino, pero “no resultó, nos dimos cuenta que la gente de Guerrero quería quedarse en su municipio por temor al abandono de sus hogares, además por lo que representaba dejar a la familia, venir y pagar renta y generar una economía para dos casas representaba un reto que no fue viable”.
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